Capítulo 4 | Desigualdad de género en la sociedad del conocimiento. ¿Qué dicen los/as protagonistas?

Análisis cualitativo resultado de trabajo de campo.

El diagnóstico presentado muestra que las mujeres participan menos que los hombres en la sociedad del conocimiento, pero además, evidencia una doble segregación: la horizontal, que muestra que ellas son significativamente menos en determinadas áreas científicas (vinculadas a la tecnología, la computación, la física o las matemáticas); y la vertical, ya que también son minoría muy particularmente en las posiciones de toma de decisión en CTI).


Las personas consultadas en entrevistas y grupos de discusión
nos ofrecen su particular diagnóstico y análisis a esta situación.


Sobre la segregación horizontal:

Reconocen que la segregación en las áreas científicas no es más que un reflejo de la segregación existente en la sociedad y la cultura panameña con relación al género. Gestores y autoridades del sistema de ciencia en el país reconocen que se están empezando a observar cambios en este sentido en comparación con épocas pasadas. Especialmente optimistas son las autoridades consultadas de instituciones académicas donde ofrecen carreras tecnológicas, quienes observan un incremento continuo del número de mujeres estudiantes, así como el desempeño profesional de estas en campos considerados tradicionalmente masculinos.

Sobre la segregación vertical:

De las nueve mujeres científicas entrevistadas en el marco de este estudio, tan solo una reconoció no estar interesada en acceder a puestos de toma de decisión y responsabilidad en CTI. Y es, precisamente, la científica que ya ocupó en el pasado una de esas posiciones. Su experiencia negativa debido, según su propio análisis, al hecho de ser mujer en un contexto donde actúa la discriminación de género y la cultura patriarcal, hizo que renunciara y que ahora no esté interesada en volver a ocupar un puesto de esas características.

Entre los gestores y administradores de CTI consultados, existe la opinión generalizada de que las mujeres están avanzando a dichos puestos y que, en poco tiempo, ellas ocuparán las posiciones más altas de toma de decisión en la ciencia en Panamá. Aluden al tiempo como recurso para resolver la falta de paridad que existe actualmente en estas posiciones, que son, precisamente, las que ellos ocupan. “Mi impresión es que hay un movimiento hacia arriba de las mujeres, en todas las direcciones: en cuanto a la cantidad y en su posicionamiento en la carrera. Quizá me parece que faltan esos últimos cinco metros, las posiciones más altas de dirección y jefatura” (Director de institución científica). Esos “cinco metros” constituyen, precisamente, los puestos más altos de la jerarquía científica en el país, donde todavía no están las mujeres o están infrarrepresentadas. La metáfora de los “cinco metros” fue bien recibida por el resto de las autoridades científicas entrevistadas, mientras que las mujeres científicas afirman que no se trata solo de cinco metros, y que esa metáfora minimiza las inequidades existentes actualmente para alcanzar puestos de toma de decisión en la ciencia.

Una entrevista realizada a un gestor académico afirma que a pesar de que aún no se da la situación de paridad en la matrícula de estudios tecnológicos, lo cierto es que, con el paso del tiempo y, de nuevo, de manera “natural”, las mujeres van ocupando también estos espacios. Todo ello sin que desde la propia Universidad se haya desarrollado ninguna iniciativa específica tendente a la paridad de género. Un análisis de la situación que tiene mucho que ver con la ausencia de iniciativas dirigidas a la paridad o acciones afirmativas para las mujeres.

Las mujeres científicas consultadas se oponen a la idea de que, con el tiempo, la desigualdad de género en ciencia se está superando y que además esto está ocurriendo de “manera natural”. Sobre esta base, critican la inacción en este sentido por parte de las instituciones de CTI en el país y reclaman iniciativas que corrijan o combatan la desigualdad existente en el desarrollo de la carrera científica. Entre las situaciones que experimentan como mujeres científicas y que no están visibilizadas, mencionan la discriminación de género en el acceso a posiciones o reconocimientos científicos por los estereotipos vigentes; culturas organizacionales machistas y androcéntricas en sus lugares de trabajo e instituciones científicas; y falta de acciones para conciliar la vida familiar y laboral, considerando que aún se encuentran vigentes los roles de género en la sociedad y en los hogares. Afirman que el costo que implica estar no siempre es visibilizado.

Superando los obstáculos: condiciones facilitadoras de las mujeres científicas


¿Cuáles han sido los factores o condiciones que denominamos “facilitadores” que han permitido que ellas sí estén o que han facilitado la superación de las barreras encontradas en la carrera y el quehacer científico?


Identificamos al menos siete condiciones facilitadoras:

  1. Modelo maternal: madres científicas/profesionales o madres que estimulan a sus hijas para que lo sean. Como ya indican los estudios, contar con una referente cercana que se dedique a la ciencia o que sea científica, en particular la madre, sirve de modelo, inspiración y aliento para las hijas. También aseguran que fue importante contar con una madre que las apoyó y motivó para que pudieran hacer lo que ellas mismas no consiguieron ser o hacer en su tiempo.
  1. Mujeres referentes o mentoras: son mujeres que abren las puertas a otras mujeres. En los recorridos académicos y profesionales de las mujeres científicas aparecen otras mujeres que las apoyaron, estimularon o acompañaron, más allá de las mujeres referentes de sus propios contextos familiares.
  1. Maternidad planificada y postergada. Las mujeres científicas deciden planificar su maternidad en función de su carrera, en la mayoría de los casos, para evitar los efectos que esta pueda tener en un contexto como el científico, que cuenta con escasas políticas de cuidados, haciendo difícil la conciliación entre la vida familiar y profesional. Planificar la maternidad es una condición con la que no todas las mujeres cuentan, en un contexto nacional donde, como vimos, se dan altas tasas de embarazo adolescente.
  1. Empoderamiento personal. Las mujeres científicas afirman que es clave contar con un carácter y una personalidad marcada por la seguridad, la confianza y la determinación.
  1. Maridos aliados y padres responsables. Una paternidad responsable y un marido que apoya en la carrera científica de la mujer es determinante para el éxito de esta. Lo contrario implica un obstáculo incluso mayor que la propia maternidad. Por eso, algunas de ellas decidieron en un momento de su vida romper con su relación de pareja, se divorciaron o se separaron y comprobaron cómo su carrera mejoró.
  1. Condiciones económicas favorables: se convierten en determinantes para el acceso a una educación de calidad para la investigación científica; o, en su defecto, acceso a becas. Dicha educación de calidad ha implicado, para muchas de ellas, acceso a instituciones de educación privadas en el país o fuera de él, donde recibieron una formación que ofrece mayores oportunidades para la carrera científica, entre ellas, aprender un idioma extranjero.
  1. Apoyo doméstico y de cuidados. Las abuelas, las suegras o las trabajadoras domésticas (“nanas”) son aliadas en el cuidado de los/as hijos/as de las mujeres científicas, ante la ausencia de un padre responsable de los cuidados o políticas públicas adecuadas.

Pero también surgen testimonios de resiliencia y superación de situaciones adversas: ser víctima de violencia por parte de la pareja, ser víctima indirecta de la violencia de género experimentada por la madre y ejercida por el padre, pobreza y falta de oportunidades económicas en el hogar de origen, entre otras.